Queridos hijos:
 
El día 31 de mayo concluimos el mes dedicado a María. Hemos peregrinado cada sábado al Santuario de Nuestra Señora de Consolación,  celebrado las flores a María antes de cada Misa, no han faltado memorias litúrgicas  de María en este mes de mayo, como el día trece cuando celebramos a Nuestra Señora de Fátima, o el 24 de mayo dedicado a María Auxiliadora. Tantos y tantos gestos de devoción a María, tanto cariño a nuestra Madre, tantas peticiones y ofrendas… ¡Tanto! ¡Tanto!
El mes de mayo es coronado por una fiesta de María: «la visitación de la Virgen María a su prima Isabel». María va al encuentro de su prima para ayudarla en las últimas semanas de embarazo. Isabel está gestando  al que será el precursor del Mesías: Juan Bautista. María va al encuentro de Isabel para ponerse a su servicio, para hacerse un don para su prima. María que ha recibido el don más grande de todos al engendrar al Redentor, se hace don para los demás. ¡Qué enseñanza para nosotros!
Termina el mes de mayo, como decíamos más arriba, pero, ¿De qué modo podríamos recoger y mantener tantas gracias venidas de María?
¿Cómo nos convertiremos en discípulos que la reciban en su casa al modo de Juan? La clave me la dio una entrevista que me hicieron  en https://radiomaria.es/donde soy colaborador desde hace poquitos años.
El director de Radio María después de preguntarme lo que suponía ser colaborador, tras explicar el bien que hace Radio María en tantas personas, me invitaba a animar a los fieles a escuchar Radio María, a rezar por la radio, a colaborar con Radio María, etc. Y es algo que no había hecho hasta ahora con frecuencia.  Aprovecho esta circunstancia para invitaros  a todos a escuchar Radio María.
 
Al finalizar el mes de mayo, ¿no podríamos acoger a María en nuestra casa través de Radio María? Radio María es un instrumento fantástico de nueva evangelización. ¿Por qué no empezar a escuchar la Radio de la Virgen? Atrévete a hacerlo, en tu TV, en la app, en la web, en los «podcast».
 
Hay un slogan que dice así: «Radio María, la radio con más alegría». ¿Buscas sin saberlo una alegría que no se gaste nunca, que no decaiga? Quizá estás esperando la alegría que da Jesucristo sin saberlo, quizá te espera María en las ondas de la radio para llevarte a su Hijo Jesús. ¿Te quedarás sin saberlo? ¡Atrévete! ¡Recuerda!,  «Radio María, la radio con más alegría».